Hemos adjuntado algunos resultados que han dejado en jaque a todo el conocimiento histórico enseñado en la escuela por más de un siglo, donde se miraba al indígena como un salvaje nómada sin ningún tipo de conocimiento y valor.
Por suerte el resultado del equipo de investigaciones de la Dra. Mónica Sana sobre el ADN de Vaimaca Perú nos regresa la esperanza de encontrar una nación con raíces propias, que una vez supimos tener de la mano de un gran prócer amaricano: José Artigas. Sabemos gracias a ello que hoy día existe una gran descendencia charrúa y no guaraní, como afirmaron historiadores e investigadores otrora oficialistas, que se han esforzado en mantener oculta la verdad, haciendo vivir a un país entero en el oscurantismo histórico. ¿Por qué lo hicieron? ¿Acaso los malos europeos y peores orientales como mencionó Artigas siguen existiendo hoy?
El ADN de Vaimaca nos habla de una nación que tiene antepasados en los viejos habitantes constructores de cerritos, quienes practicaban la agricultura y vivían en aldeas con una compleja organización social, practicando un sedentarismo dinámico.
Tenían un gran conocimiento de la flora y la fauna autóctona, domesticando al perro americano como compañero de caza y vigilancia, elaboraban remedios e infusiones con hierbas naturales, entre muchas cosas que el tiempo y los estudios nos revelarán.
Es claro que el hombre blanco y su codicia modificaron la forma y el régimen de vida de la gran nación, pues el sedentarismo los llevaría a una desaparición más temprana en defensa por lo que les era propio y de todos, pasaron a ser así perseguidos en su tierra, nómades obligados que no eran dueños de cazar en su suelo; errantes perpetuos, engañados y traicionados le dieron el último adiós a la idea de Artigas: la gran patria pluricultural y tolerante.
Pero nuestros gallardos y valientes antepasados siguen su lucha desde donde se encuentran y apoyan a los “José Iriarte” que se especializan en otras tierras para poder estudiar las nuestras; publicar verdades en otros países para que en nuestra patria no la desmientan dudando de su veracidad, diciendo que carecen de rigor científico, o que quienes la llevan a cabo no están preparados para realizarla.
¿Qué pasa ahora? ¿por qué no los escucho hablar?
¡Cuidado!...pueden tener un haz en la manga, están acostumbrados a jugar de esta manera, al palabrerío y al engaño: pero no se preocupen, pues no dejaremos de llamarlos orientales y... nuestros antepasados charrúas están dispuestos a perdonarlos.
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