sábado, 16 de abril de 2011

Una apuesta de probabilidad

La matemática causa muchos dolores de cabeza, pero este tema era sencillo y la maestra lo eligió para comenzar el día, justamente cuando hacía calor.
Susana, la maestra comienza explicando la noción de sucesos... fíjense ustedes: suceso seguro, suceso imposible, sucesos probables, etc., etc., etc.
A Javier le encanta la matemática, pero en este caso la situación le pareció diferente... la maestra seguía dele que te dele:
-Como ven la probabilidad es un tema sencillo, por ejemplo, si colocamos cuatro bolitas y dos bolitas azules dentro de una bolsa y deseo sacar dos juntas ¿ qué es más probable que salga? ¿dos bolitas azules, dos bolitas rojas o una de cada color?
-Ah, ¡esto sí que es sencillo! Si tenemos más bolitas rojas es más probable que salgan dos bolitas rojas, proclama Javier, ante lo cual la maestra pregunta a toda la clase:
-¿Están de acuerdo con Javier?
La mitad de la clase contestó con un sí enfervorecido mientras el resto prefirió quedarse callado, quizás por no entender mucho el tema.
La maestra observando la cantidad de niños confundidos por la postura de Javier y teniendo en cuenta las dificultades de los niños, decide enumerar las bolitas, tanto rojas como azules y hace pasar a la abanderada al pisaron para que comenzase a hacer combinaciones posibles y evitar así cualquier complicación en la clase.
Aunque parezca mentira toda la clase razonó junto con ella y ante la mirada de asombro de la mayoría, los resultados obtenidos fueron diferentes a los que se esperaban.
No quedaba duda que la posibilidad de que salieran dos azules era 1, se complica un poco con las rojas, pero igualmente los números permiten fácilmente observar que las combinaciones posibles son 6. El asombro de todos surge cuando se concluye que la posibilidad de que salieran una bolita azul y otra roja era 8, por lo tanto diferente a lo que se sostenía anteriormente. Nadie dijo nada, pues los resultados estaban a la vista, excepto Javier.
-¡ No puede ser maestra! ¿cómo va a ser mayor la probabilidad de sacar una azul y otra roja si hay más bolitas rojas?... si yo saco una bolita de una bolsa donde hay más bolitas rojas, es más probable que saque una de este color.
- Pero en este caso hay que sacar dos juntas, aclara la maestra.
- Pero es lo mismo -continua Javier- pues de cuatro rojas y dos azules es más probable que saque roja: y en el segundo caso de tres rojas y dos azules también es más probable que saque roja.
- Pero en este caso no se sabe que color es la primer bolita, pues si es así la probabilidad estaría condicionada, siendo diferente, dice la maestra.
- ¡Pero! Aunque no se conozca me gustaría hacer unas bolitas de papel, pintarlas y probar, replica Javier.
Como la maestra consideraba bueno que la teoría acompañaras a la práctica acepta la propuesta y tras pocos minutos todos estaban listos para ver que sucede con la probabilidad. Javier confiado en su conocimiento matemático decide desafiar a la maestra proponiéndole que el perdedor debería pagar la merienda: la cercanía del recreo le había traído hambre. La maestra acepta nuevamente la apuesta aunque no podía aceptar el premio en caso de triunfo.
Toda la clase está en silencio y con gran expectativa; a Javier le pasa por su mente toda la lección... la firmeza de la maestra más lo que había demostrado la abanderada en el pizarrón lo pusieron algo nervioso, pero siguió confiado adelante. Antes de meter la mano en la bolsa le parece entender la diferencia entre probabilidad condicionada y la combinatoria, recuerda que hay cuatro bolitas rojas y dos azules, introduce lentamente la mano y la maestra le recuerda que debe sacar las dos bolitas juntas... es así que Javier sin que la maestra dudase y sin él saber lo que toma, captura una con el dedo índice, espera algunos segundos y luego toma la otra.

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